martes, 2 de septiembre de 2008

Llenando el vacío


Esa especie de hueco subterráneo que aparece en la foto es Ground Zero. Sí, el lugar donde solían estar las Torres Gemelas, antes de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, es ahora un foso subterráneo, repleto de escombros, de maquinas de construcción y de obreros que se las arreglan para construir lo que será el Septiembre 11 Memorial & Museum.
La historia de cómo tomé la foto, es sencilla, y también inesperada. Mi editor me llamó hoy a las 10:30 de la mañana y me dijo que tenía una pauta a las 12:00pm, me mando la información, y media hora después, sin bañarme, y vestida como pude - eso sí con pantalones largos y botas pues advertían que sino no me dejarían entrar- estaba en el metro camino al World Trade Center, pues de mi casa hasta allí toma una hora y media llegar.
Había evitado ir al lugar desde que llegué a Nueva York. El sábado pasado fue el primer día que me acerqué a la zona, no tanto como ahora, claro está, pues la tienda de departamentos más barata y famosa de Nueva York sucede estar a unas cuadras de ese lugar. Le sugerí a Licantro que fuésemos primero a la Ground Zero y que después de compras, para así subirnos el ánimo, pero dado que la tienda se llena tanto, él me dijo que hicieramos al revés. Así que a las 6:00 pm cuando salimos de Century 21 -así se llama la tienda- caminamos hacía donde estaban las torres gemelas.
No había ni que preguntar dónde era pues en el cielo se veía un vacío gigante, una palpable sensación de que algo faltaba, así que caminamos en sentido al vacío y llegamos. Vimos una chica con shorts y top ajustadito tomarse una foto con sonrisa de Home Coming Queen y Licantro dijo "Un tanto extraño, posar ahí, más con una cara feliz". Nos quedamos cinco minutos y nos fuimos. Ya volvería yo el 11 de septiembre pues me tocarían cubrir los actos de conmemoración.
Así que cuando mi editor me llamó y me dijo que me lanzara para allá no tuve tiempo ni de pensar, que no habían pasado ni tres días y yo que había evadido ir para allá, estaría allí por segunda vez. La vida, pensé.
Agarré credenciales, cámara, libreta y grabador y me fui hasta la Gate 7 en Liberty Street. Allí me dieron un chaleco amarillo que me quedé de recuerdo - no me lo robé, lo pedí- y un casco que si no hubiese sido porque me tocaba hora y media de camino de vuelta y no cabía en la cartera también me lo traía. Esa manía mía por guardar todo lo que me parece importante!
El motivo de la convocatoria era el levantamiento de la primera columna de acero sobre la que estaría el 11 de September Memorial & Museum. Bajamos por una rampa, hasta donde estaban las vigas, las maquinarias, los obreros, el resto de los periodistas. Y el inmenso vacío, visible, y palpable.
A la 1:00 pm, tal como habían anunciado comenzaron a levantar la viga de acero, a la 1:05 estaba en su sitio, a las 1:08 los obreros terminaron de fijarla y a la 1:09, todo el mundo aplaudió y se fue. Vi a uno de los obreros que levantó la columna y noté que sus ojos brillaban demasiado. Le pregunté que sentía. Me dijo, que no podía decirme, que tenía el pecho oprimido, que se sentía feliz, pero que sentía que éste era apenas el comienzo. Es cierto, es el comienzo de un monumento conmemorativo que debería estar listo para el 10 aniversario de la fecha en el 2011 y que no se sabe si estará. Pero aunque esté listo, ese final, será para muchos otros, la mayoría de los habitantes de esta ciudad diría yo, el comienzo. Será el momento de comenzar a llenar el vacío. Como si eso fuese posible.

2 comentarios:

Olga dijo...

Cuando pasé por ese lugar pude sentir el vacío del que hablas y al igual que tu esposo sentí aquello de las fotografías como algo rarísimo. Como posar con una sonrisa ante eso que está allí y no está. Lo mismo pasó en Washington en el museo del Holocausto, impensable una fotografía ante aquel sentimiento de pérdida absoluto.
Hay lugares en que, y quizás sea trágico, puede sentirse la muerte, lo que realmente significa el vacío...

P.D. Lo prometido es deuda... te mando la dirección de mi tercer intento de blog...
http://escribirenundiario.blogspot.com/

Pulgamamá dijo...

Olga cuanta razón tienes. Sabes que yo sentí exactamente lo mismo cuando fui a New Orleans, todo vacío, sin gente, cero ruido, por eso lo de ciudad fantasma. Hay lugares de Caracas ue son así. Pasa por Puerto Llaguno para que veas lo que se siente. Ni hablar de Vargas...
Ni modo. Para adelante, con vacío o sin él. No hay otra.
Ya mismo reviso tu blog