domingo, 4 de enero de 2009

Feliz año con jalón de pelo incluido

El jalón de pelo lo di yo. Definitivamente no una muy buena manera de comenzar el año, pero así fue. Eran las 3 y algo de la madrugada, cuando, una gringa flaca, rubia y coquetona (por decir lo menos, besó a tres hombres diferentes en veinte minutos), que había tomado demasiadas vodkas con jugo de cranberry me lanzó el trago encima de mi bufanda blanca. No dijo disculpa, no me miró. Quizás ni se enteró. Cuando se dio la vuelta, así como si fuese la cosa más normal del mundo, como si lo hiciera todos los días, agarré un mechón de su cabellera y se lo jalé. Con todas mis fuerzas, sin pensar en nada.
Mi arranque de rabia, mi deslave de ira, tuvo lugar la noche de año nuevo en Tavern on the Green, uno de los dos restaurantes que tiene Central Park. Licantro, mis padres, mi hermano y yo decidimos recibir el 2009 allí, en una fiesta. No se me olvida la cara de horror de mi madre. Lo que imaginábamos como una cena de gala de crucero, es decir un montón de viejitos en smoking y viejitas con perlas, sentados en mesas redondas bebiendo champagne, resultó ser un episodio inédito de Wild On, versión New York. Más de mil personas, en su mayoría gringos entre 25 y 40 años bailaban, fumaban, comían, bebían, se besaban, se tocaban, hasta se quitaban la ropa en un salón tan pequeño que resultaba apretado. Un joven con cara de pánfilo (definitivamente no lo era) le subió el vestido a su pareja de baile en un arrebato.
Mi familia, por supuesto, soportó poco del espectáculo y a la 1, después de los buenos deseos se fueron. Licantro y yo decidimos quedarnos a disfrutar un poco más del bar libre y del espectáculo. No puedo contar cuántas veces se cayó alguna gringa encima de mis piernas (menos mal no fue en las de Licantro), cuántos vasos derramaron sobre la mesa que teníamos pagada y apartada, cuántas veces se robaron las sillas, ni cuántos pares de zapatos escondieon bajo la mesa. Me dio lástima con una chica que andaba descalza, con el vestido de medio lado, por todo el salón besuqueando a sus amigos o desconocidos. Al final optó por besar a una amiga.
¿Con qué las películas y las series tenían razón?, me pregunté y sigo preguntando. La explicación de Licantro es que ese es el resultado de tanta represión, de tantas normas. Lógico, supongo. Yo que tuve mi primera borrachera a los 14 y que durante el bachillerato y los primeros años de la universidad pagué el resto de la cuota, no le encuentro gracia a beber hasta perder la conciencia y terminar la noche, sola, en una esquina, sin zapatos, sin cartera y sin amigos. Como vi a más de una ahí.
Así que para cuando Licantro y yo nos paramos de la mesa ya yo estaba furiosa. Supongo que todos estos pensamientos y sentimientos sobre la forma de desahogarse de esta sociedad reprimidad tuvieron su efecto. Lo comprobé cuando le jalé el pelo a la gringa flaca con toda mi fuerza. La niña me persiguió, y me dijo que "seguramente yo ni siquiera era americana". No le contesté que no, que si lo fuese, tal vez, estuviese allí, como ella, haciendo el ridículo, pues Licantro me agarró por un brazo y me sacó del lugar. "Pudiese haber venido con todos sus amigos a caernos a golpes".
Esa noche me sentí bien, orgullosa de mi horrible hazaña. Le había jalado el pelo a una gringa. Me lo repetía en la mente y me daba risa. Al día siguiente, sin embargo, no me sentí tan bien. Me di cuenta por las nauseas y el dolor de cabeza que yo también había bebido demasiadas vodkas con jugo de cranberry y había, tal como ellas, perdido el control. Pagué mi pecado con mal karma pues pasé todo el primero en cama, con un malestar horrible y un sentimiento de -no me encanta admitirlo- vergüenza.

Feliz año (sin jalón de pelo incluido)!

5 comentarios:

C@rol dijo...

jajaja... es que me imagino la escena y me muero de la risa. La verdad es que no te conozco, apenas llevo unas semanas leyendo tu blog (que es muy bueno), y al leer esta entrada me dice que eres De reacciones rapidas cuando no piensas. Creo que si lo hubieses pensado no le jalas el cabello a la rubia. Es que hacer algo asi amerita de mucho estudio jajaja... Pero seguiste el impulso, fue lo que en ese momento sentiste y lo hiciste. Y quizas no fue solo por la bufanda, quizas fue el resultado de todo lo que habias visto y oido en esa noche. Pobre de la rubia que tuvo que pagar los platos rotos jajaja.

alinitaxula dijo...

Pero bueno que manera de empezar el año ejejejej la verdad yo hubiera hecho lo mismo jeejjeej
besin
y feliz añooooooooo

Unknown dijo...

Querida Extranjera, solo queda olvidar el episodio, aplicando la cita que dice: "whatever happens in Vegas stays in Vegas" asi las dos quedan excusadas listas para empezar el 2009 desde cero! Besos, y feliz año! GB

Pulgamamá dijo...

Carol: sí, soy de reacciones rápidas cuando no pienso. Impulsiva, que le dicen. Cierto, la rubia pagó los platos rotos.
Alinita: espero que esta manera de empezar el año no marque la pauta de lo que viene. Gracias por decir que hubieses hecho lo mismo.
Gabriella: buen consejo. "Whta happens in tavern of the green, stays in tavern on the green". Fresh start!
Abrazos a todas!

Samuel Andrés Arias dijo...

¡Qué buen inicio de año! Una vez más confirmo que los EEUU son la república banana más grande del planeta.