sábado, 10 de enero de 2009

Los recuerdos de la sangre y la Extranjera se quedó sin pesto


Imagino su sabor, imagino su textura, imagino la albahaca que se adhiere el paladar con su aroma que se siente en la nariz. Después de quince años La Pasta al Pesto llegó y la extranjera no estuvo. Afortundamente, con esta foto, pude casi saborearla. Casi

Son los pequeñas detalles, no los grandes, los que me hacen recordar que estoy lejos, que a excepción de Licantro y dos o tres amigas más estoy sóla, y que mi patria, mis recuerdos, mi familia, mis amigos, estánen otra parte. No suelo pensar en esto demasiado, primero porque no tiene mucho sentido, después porque Nueva York me hace feliz, pero cada cierto tiempo una foto, una llamada, un mensaje, un regalo que llega de imprevisto, me devuelven a los recuerdos de la sangre. Porque la sangre tiene recuerdos. Son esos que no están en la memoria, que ni siquiera están en el corazón sino, que están en una vía más profunda, en una que me recorre toda.
El 26 de diciembre mi grupo de amigos de toda la vida, y cuando digo toda quiero decir que los conozco desde hace 10, 15 y 20 años, se reunieron en el apartamento de dos de ellos, a celebrar un intercambio de regalos de navidad. Me mandaron un mensaje invitándome, me contaron los detalles, me madaron notas de voz por el chat de Blackberry y sentí por un momento como si estuviese allí. Claro, no lo estaba, y después que colgué el teléfono volví a mi vida que ahora es ésta en esta ciudad, que me quiere pero que todavía es extraña para mí.
Apenas empiezo a construir recuerdos aquí. Hoy justo me descubrí pensando en algunos poquitos que he acumulado, con Licantro jugando en la nieve, con Luciana en nuestros paseos por el Village, nuestros antojos por los brownies de Whole Food. No son tantos todavía así que es natural que me sienta atada a los otros. A los de la sangre.
Hoy ocurrió algo muy importante en Caracas. Uno de mis amigos de toda la vida, Rizzo, hizo la pasta al pesto que me prometió hace quince año en un intento semi fallido por conquistarme. Seguimos amigos, nuevos integrantes llegaron al grupo, y la pasta al pesto quedó sólo como un chiste interno pues de albahaca, queso y harina no supimos nada.
Hoy, después de toda esa espera, mi amigo, italiano por supuesto, hizo la pasta con la receta de su Nonna, hizo el pesto, para más de 10 personas entre las que casi estuve yo. Y digo casi, porque mientras me encontraba en Whole Food de la 59 sin ganas de comer nada de lo frío que allí quedaba, me llegaron imágenes, canciones, mensajes del acontecimiento. Su, una de mis amigas de toda la vida dijo que estaba tan buena que me guardó un poquito congelado en un potecito.
Estos recuerdos, que son mucho más que eso, que son parte de mi ADN emocional, se aparecen cada tanto. Los miro con tristeza, al principio; porque no estoy, porque estuve en sus inicios, porque aunque son parte de mi no están aquí conmigo; pero luego me recuerdan quien soy, de dónde vengo y dónde está mi sangre.

10 comentarios:

Terapia de piso dijo...

Tu archivo de recuerdos va a crecer en esa ciudad. Y luego tendrás carpetas de cada etapa de tu vida. Y siempre podrás añorar -vivimos añorando lo que no tenemos-y rescatar cada recuerdo.

Te quiero en demasía.

José Roberto Coppola

Pd: te hubiese hecho pesto en el 7-D ¿Cómo no se me ocurrió?

yacasinosoynadie dijo...

es lindo vivir en el recuerdo... Es lindo recordar, es hermosa esa nostalgia del pasado... yo nunca olvidaré la lasagnna mixta que hacia mi abuela paterna...

yacasinosoynadie dijo...

Acabo de percatarme que hace muchísimo no pasaba por acá. No lograba entenderlo porque tu blog me gusta mucho… entonces me percate de que no estabas en mi lista de blogs preferidos. Ya estas linkeada, increíble no haberlo hecho antes. Un abrazo. Y espero que tu fin de año haya sido mejor que el mío, que estuvo oscuro y generó una ausencia irreparable…

Anónimo dijo...

qué lindo, imagino una emoción muy grande de encontarme en tus zapatos

creo que yo no podría estar mucho tiempo lejos de mi gente, mis olores y mis sabores

saludos!

Jardinero del Kaos dijo...

Pesto mi favorita!!!

es duroi eso de estar lejos de la gente que uno quiere, lejos de los recuerdos y de los lugares que uno adoptó como propios, pero a base de nuevos recuerdos estás armando un compendio que si algun dia dejas NY, te resultará similar a lo que sientes ahora por caracas.

saludos

Vanesa dijo...

Te entiendo y bastante…porque estamos en situaciones parecidas, y es como ver la vida a través de una vitrina de tienda…la ves pero no la tocas…esta allí…casi palpable pero a la vez tan lejos...Pero espero que pronto tu y Licantro tengan muchos recuerdos que recapitular, mucho pesto y muchas historias por contar.

Ana dijo...

Es lindo descubrir recuerdos que no sabíamos que teníamos. A mi me pasa cuando como arepa con diablito... y eso que casi nunca lo hacía en Caracas!

La KSB dijo...

¡Cómo me gusta tu blog! Muchísimo...
Ya sé quién eres... recibe un fuerte abrazo y ¿sabes? Me siento como tú, extranjera o barbitúrica, recibe un abrazo enorme

Pulgamamá dijo...

Terapia: sí, eso hago, vivo mucho para construir recuerdos. Eso en esta ciudad no es difícil.
pd: me debes el pesto mi Copito. Por cierto está nevando mucho por aquí.
Bara: Ya anoté tu teléfono. Después de que salga de unos asuntos que tengo la semana próxima te llamo. Abrazos desde la otra punta de NY.
Yocasinosoynadie: que rica la lagsagna. Me encanta. Mi familia también es italiana.
Galán:

Pulgamamá dijo...

Galán: sí es difíscil estar lejos de los sabores, los olores y los afectos, pero uno pone todo en una blanza, y una cosa por otra. Aquí estoy viviendo cosas que no hubiese vivido en mi país.
Jardinero: el pesto también es mi favorita. Sabes que uno de mis lugares favoritos en NY es un restaurante argentino donde hacen unas empanadas riquisimas y se come gnoqui todos los 29.
Vanessa: me encanta tu metáfora de la vitrina es exactamente así. Uno la ve pero no la toca.
Anah: esas cosas con la comida pasan mucho cuando uno esta afuera, yo me muero por comer platano aqui en NY y allá ni me gustaba. Son formas de aferrarse a lo que está cada vez más lejos.
KSB: que fino que te gusta. Dos extranjeras, y hay tantos más. Abrazos!