Llegué un par de minutos más tarde de lo previsto y ella ya estaba ahí. Sentada en una mesa, en la terraza de Boston Bakery, con la mirada en el cuadernito que lleva siempre -"es mi cuadernito de trabajo", me dijo luego- mientras bebía un agua mineral Minalba de esas fancy que apellidan Sparkling.
-Corina -dije suponiendo que era ella, pues era la única chica sóla en todo el lugar.
Se paró de la mesa y nos abrazamos. Era la primera vez que la veía pero ya la conocía. Yo llegué a Kopiva (http://ccontaris.blogspot.com/) y luego ella a Extranjera en el 7-D, y entre un post y otro nos hicimos amigas.
Hablamos de los hombres, del futuro, de periodismo, de su trabajo, del mío, de nuestros blogs. Ella con su agua y yo con un té con limón y Splenda hasta que Debora (http://alieska.blogspot.com/), a quien conocía desde antes de marcharme y conocí aún más desde lejos, se nos unió y seguimos la charla mientras comíamos sanduches y ensalada.
Corina no es la única, por supuesto. Hoy 31 de julio, cuando Extranjera en el 7-d cumple un año, puedo decir que a mis amigos de siempre se han sumado otros igual, o hasta más, importantes que me han acompañado en mi nostalgia.
Andrés (http://theandrewshow.blogspot.com/) me dijo en un comentario hace dos posts qué dónde había dejado a los nuevos amigos. Andrés a ustedes "los nuevos amigos" quiero agradecerles todo lo que han hecho por mí.
Con Víctor (http://victor-marin.blogspot.com/) lo hablamos en Nueva York, donde ahora él vive, el primer día que nos vimos, esa tarde de verano, mientras visitábamos el MET. Pensé en que gracias a este blog lo conocí, mientras comíamos cachapas con queso y bebíamos un vino azucarado -que según la etiqueta, cultiva Diane, una neoyorquina que huyó a los viñedos californianos- en la terrazada del 7-D.
Ayer, después de que me despedí de Corina y Débora lo volví a pensar. Cuando abrí este blog lo hice porque lo necesitaba, porque quería escribir, porque quería ser leída, pero nunca me imaginé todo esto: los amigos que me acompañan desde El Salvador, Argentina, España, Puerto Rico, Venezuela; la ensalada de vegetales rostizados en Boston Bakery, los paseos neyorquinos acompañada de un nuevo amigo, las promesas de un café, una chicha, un fernet, una birra. Nunca me imaginé todo este cariño.
A ustedes "los nuevos", y a los que me acompañan desde antes, gracias.