Pocas veces se sabe la historia completa. De cualquier cosa, de cualquier hecho, de cualquier persona. Lo que se conoce es lo que ésta o quienes manejan el hecho o cosa, quieren decir. La verdadera historia casi nadie la conoce. Todos contamos única y exclusivamente lo que queremos. Lo que deseamos que los otros sepan de nosotros. Facebook es un gran ejemplo: no he visto fotos de nadie cuando lo maletearon de su casa, o el día en que estaba rogándole al jefe que no lo botara, o cuando fue al banco a pedir un préstamo y no se lo dieron. Y ahí me incluyo a mí.
Lo mismo sucede cuando le contamos una historia a alguien, o viceversa. Fulanita se consiguió al novio perfecto, es millonario, soltero, la idolatra y se quiere casar con ella. Claro, omitieron el hecho de que el novio perfecto no tocó la puerta de Fulanita sino que ella se le presentó, lo buscó, lo persiguió y finalmente lo enamoró. Mosca, yo no tengo nada en contra de Fulanita. Yo admiro a Fulanita. Lo que quiero decir es que la historias son, una versión de lo que pasó, no lo que pasó.
Mengana tiene el trabajo soñado, gana buenísimo, el jefe la adora, trabaja de 9 am a 5 pm. Claro, omitieron el hecho de que Mengana estuvo tres años sin nada, tuvo que vender ponqués y collares para redondearse y por fin, gracias a un conocido, y sus méritos que por supuesto no eran pocos, la contrataron en una empresa transnacional, donde seguramente no pasará mucho tiempo hasta que se de cuenta de que el trabajo de sus sueños apesta y que trabajar en una transnacional es una larga cola de asuntos burocráticos, uno tras otro.
Está Sutana por supuesto, que tiene una familia lindísima, unos hijos, que mira, son una preciosura, un esposo que se la lleva los fines de semana a Los Roques a desestrezarse, y una casa que ella misma decoró y es de un gusto exquisito. Y sin malpensar que el marido de Sutana le está montando cachos con la secretaria, porque eso no lo sabemos y no todos los hombres son infieles (eso dicen), todos los días cuando llega las 6 pm, los niños ya terminaron las actividades, y el esposo está en camino de la oficina a la casa, Sutana mira por la ventana de su casa decorada con un gusto exquisito y se pregunta con pánico si eso es todo. Como dijo García Márques en una de sus notas de prensa, "Las esposas felices se suicidan a las seis".
Yo crecí en una familia feliz, pero si en algún momento algo malo ocurría, y me refiero pues a malas calificaciones, un noviecito malaconducta, una enfermedad semigrave, la reacción natural era esconderlo. No era mentir. Eso nunca. Sino simplemente no hablar de ello.
Mi madre a quien tal vez le gustaría que yo fuese menos deslengüada, a veces me reclama: pero para qué cuentas eso! Y como a mi me gustan las historia completas (aunque hay quienes prefieren la otra versión), voy a contar enteramente una que para mí es muy importante.
Mi madre a quien tal vez le gustaría que yo fuese menos deslengüada, a veces me reclama: pero para qué cuentas eso! Y como a mi me gustan las historia completas (aunque hay quienes prefieren la otra versión), voy a contar enteramente una que para mí es muy importante.
A los tres meses de estar en Nueva York, la empresa donde trabajaba, un periódico web para la comunidad hispana, cerró con el crash de la bolsa. El dinero no era el mayor de los problemas, sino la inquietud de qué hacer con mi vida. Luciana me avisó de las clases en La Escuelita y ahí estuve por tres meses. Terminé el curso y apliqué para hacer un master en periodismo. Presenté tres veces un examen en el que no saqué la nota que necesitaba, más el TOEFL en el que tuve una buena calificación pero no suficiente para Columbia University. Como pude, apliqué allí, en NYU y en CUNY (City University of New York) gracias a varias noches de isomnio y la paciencia mis padres y Licantro que leyó y editó cada uno de mis ensayos (vale especificar que Columbia pedía tres cortos, NYU uno muy largo, y CUNY uno intermedio).
Mientras esperaba la respuesta tomé un curso de periodismo de revistas para mujer en el que aprendí cómo hacer una pitch letter ( las cartas que se le mandan a los editores proponiéndoles un tema) y comencé a buscar trabajo. Nada aparecía. En marzo llegó uno, en Nielsen una empresa grande, que se encarga entre otras cosas de realizar mediciones de audiencia. Fui escritora medio tiempo y trabajaba de 7:00 pm hasta la hora que fuese. 12, 2, 4 y hasta seis de la mañana. Mi trabajo consistió en elaborar encuestas acerca de los programas de Telemundo e Univisión, y aquel que haya visto Sábado Gigante entenderá que aquello estaba lejos de ser un paraíso.
Cuando estaba en San Francisco, por allá en Marzo recibí la primera noticia de una universidad, Columbia, "habían estudiado minuciosamente mi aplicación y lamentaban informarme que no estaría con ellos". Una semana después recibí otra igual de NYU. Le dije a mi familia, a mis amigos, a todos. Una amiga a quien le conté un poco avergonzada el drama me contestó, "marica déjate de huevonadas que la gente te cuenta que la aceptaron pero no te dice cuantas veces aplicó". Cierto, luego me entré que Otra Fulana, que contaba campante que la habían aceptado rapidísimo, había aplicado tres veces.
Un poco después recibí, la última respuesta: estaba en lista de espera. Una mínima esperanza se asomaba en el horizonte y yo me guindé a ella como una mona. Fui a la escuela, hablé con el director -quien me dijo que yo llenaba todo los requistos pero que este año por la crisis aplicaron más del doble que el año pasado-, le mostré mi interés, fui a un par de clases, hice todo lo que pude y esperé. En esa época escribí tal vez algunos de los post más deprimentes y por eso me repetía "lo mejor es lo que pasa".
Hace una semana y media, cuando mi madre estaba todavía aquí me llamaron de CUNY a decirme que me habían aceptado para hacer el master en periodismo que empieza a finales de agosto. Sí, cierto, un final feliz, felicísimo. Me siento honestamente emocionada y orgullosa, y siento que sí, "que lo que pasa es lo mejor", pero a riesgo de que cada vez que cuente esta historia alguien se aburra y se de la vuelta, cuando me digan "que suerte tienes, entraste a la universidad a hacer el master que querías" voy a relatar todo esto. Todo. Porque a mi me gustan las cosas como son. Porque no quiero ser percibida como Fulanita, ni Menganita ni Susanita. Y porque me parece una pérdida de energía parecer lo que no es, o disimular o semiocultar o como quiera que se diga. Somos lo que somos, con nuestras glorias y nuestras miserias. Y mi verdad es esta: tengo 11 meses en Nueva York y acabo de encontrar un rumbo. Y me costó. Me costó que jode. Y ésta, llena de más miserias que glorias, es toda la historia.
24 comentarios:
Estoy muy orgullosa de tí. Hay que tener coraje para decir la verdad...pero al final,
lo importante es que la verdad no la dices para nadie sino para tí.
"Nadie te va a preguntar cuánto demoraste...sino cómo te quedó"
Un abrazo.
(Es un placer leerte. No sabía que eras periodista. Exitos en tu máster).
Pero es que los días tienen días y noches, los tiempos soles y lluvias, y nuestras vidas todo eso y mucho más.
A mí también me gusta contar cuando las cosas me salen bien y cuando no.
De hecho no esocndí que la eidotrial en la que trabajaba cerró y ahora estoy manejando una camioneta por menos poata y muchas más horas.
Y bue...
pero desde ya, y lo más importante, si te acompañé con la lectura cuando no andabas del todo bien, cómo no voy a alegrarme de que tu sonrisa se estire con el deseo alcanzado.
Besos llenos de felicidad por vos
Primero tengo que decirte que estoy completamente de acuerdo con tu teoría de que la gente sólo cuenta lo que le conviene.
Segundo, permíteme felicitarte por el esfuerzo y la determinación que pusiste para lograr lo que ahora nos has informado. Otra prueba más de que el que persevera vence. Creo que te conozco muy poco, al menos por lo que has escrito acá, como para decirte esto, de todas formas tomaré la libertad de decirte que estoy muy orgulloso de ti y que tu testimonio de éxito me ha hecho el día.
un abrazo que viene con unas bombas, un sombrerito de cono, una torta y una carta de felicitaciones
La vida toda es transitar,y como todo camino tiene trayectos visibles y fàciles y otros no tanto,pero los segundos fortalecen.Gracias por compartir tu historia.
Cuny girl... hell yes!!!!
Felicitacioncísimas. Te debo el abrazote enorme en persona, pero espero poder ir a dártelo en persona muy pronto :)
Love you,
Felicidades Extranjera…me gusto y me conmovió mucho este post...me gusta que no dejes la lucha que a pesar de algunos tropezones…seguiste! Mucha suerte y la mejor de las vibras. Me gustan tus historias y esta aun mas con el final feliz!...Espero que hayas brindado con champagne en la mañana…Besos preciosa
Jejejejeje... Si te quejas... jejejejeje.
Te extrañaba tanto...
Felicidades, hermosa!!! qué orgullosa me siento de ti, de tu trabajo, de que vayás avanzando!!! felicidades!!!
bombas, platillos y fuegos artificiales para ti! tu historia es lindiísima, completita!
Ya me hiciste el día de mañana! besos
Ya te lo he dicho.
Sólo te esperan grandes cosas.
Grandes como grande es tu corazón.
Un beso grante como tú.
José Roberto Coppola
Extranjera: No te conozco y sin embargo, me encanta leerte. La referencia de tu blog me la dio mi hija Corina.
Tienes razón, solamente contamos la parte linda de la historia y omitimos el enorme camión de b... voluntad que tuvimos que echarle para lograr algo. ¿Será por eso que a veces no le vemos el mérito o la miseria (depende del caso) a las cosas?
Alguien que escribe tan bien como tú,-conmueves, haces pensar y reir- se merece poder hacer una maestría, pues con eso vamos a ganar los lectores. Que conste que me alegro por tí, pero, debo confesarlo, por mí en primer lugar.
Será difícil y requerirá mucho tiempo de estudio. Espero que tus lectores no quedemos abandonados.
Cariños.
Partiendo de la base de que una historia completa es imposible, es cierto que al elegir los recortes para poder contarla algunos prefieren optar sólo por los buenos momentos o los finales felices. Sin embargo, en historias como la tuya, que finalmente terminó bien, está bueno también relatar las peripecias que uno sufrió para llegar a destino (parcial, claro está, el único destino definitivo es la muerte, si no es que hay un Más Allá).
Sin embargo, luego de leer tu encantadora historia (sabés que me encanta entrar acá, y cómo contás las cosas que vivís), me surge la pregunta de si nos la habrías contado igual si la tercera noticia también hubiera sido “mala”.
También podría preguntarte por qué no la has ido contado a medida que iba sucediendo. Aunque claro, se me ocurren varias razones, como que aún guardabas esperanzas de que alguna saliera bien y no querías decir anda hasta el final. O que simplemente no tenías ganas de hacerlo.
Te felicito porque lo que has logrado! Y me alegro mucho de que después de tanto esfuerzo lo hayas conseguido. Y, como siempre te dije, soy de la opinión de que “las cosas no son malas ni buenas en sí, sino que dependen de cómo uno se las tome”.
Te cuento que a mí me esta pasando lo mismo justo este año, eso de encontrar el propio camino. Pero dejo los detalles para otra ocasión o espacio virtual, porque esto ya se está haciendo demasiado largo : )
Besos y felicitaciones una vez más!
...y yo espero que esta historia, con todas sus verdades, sea de las mejores que cuentes en la vida
Conmovida y adueñada completamente de una alegría ajena, te deseo todo el éxito posible.
Miles de abrazos
hola ex como siempre leyendote, siempre tan especial y bueno que bien que encontraste el rumbo hay mucha gente que no lo a conseguido y me incluyo pero bueno asi es la vida, besos el anonimo
Felicitaciones Extranjera !!! Espero que ese rumbo la lleve a muchos éxitos.
Saludos.
Bien, no voy a hilar tan fino como Galan, pero al decir toda la historia es evidente que te refieres a todo lo que paso y es relatable y hacen a a historia en si, por supupuesto que es imposible contar toda una historia con todos los detalles, ya que seria engorroso, pero en fin, no se por que me fui para este lado...me alñegro que al final las cosas hayan terminado bien y suerte en este camino que has elegido transitar.
Permítame decirle que a pesar de sólo conocer tus escritos, y a un chorreron de KM de distancia, a una se le llena el pecho de emoción también..
Felicidades!!
Muy bueno este post. No es bueno aparentar como hacen algunos, al final se dan cuenta y no nos sirve para nada.
TE felicito por haber entrado a la universidad. Que tengas mucha suerte!
primero: te felicito por tu master... y segundo: nunca había pensado eso, pero es cierto, todas las historias están contadas a medias y bueno que tu historia este completa... Un abrazo queridísima Extranjera, un abrazo gigante.
Felicitaciones! Es una gran noticia! Me alegro mucho de veras que sí, pienso que lo aprovecharas muy bien!
Me gustó el inicio del post, tu reflexión acerca de que contamos sólo lo que queremos que se sepa de nosotros.
Yo añadiría que contamos lo que creemos que podemos encarar; hay ciertas verdades que nos cuesta enfrentar y es difícil contarlas, a pesar de que contándolas sea más fácil encararlas. Creo que es uno de los principios del sicoanálisis y de la literatura, que como hoy me contó alguien es nuestro manual de supervivencia.
Un gran abrazo por ese triunfo. Mariela D.
J: gracias. Pero yo creo que a veces hay que contarle la verdad a otros, aunque no sea tan importante como conocerla uno mismo.
Gastón: gracias, eres un cuchi.
Víctor: el que persevera eventualmente vence.
Emil: es cierto, la vida es un eterno camino.
A-nah: veeen!
Vanessa: sí, tuve una octavita de brindis por eso he estado tan perdida.
Andrés: pa que uno tiene un blog sino se puede quejar?
Lolita: yo también.
Lore: gracias, y gracia por haberme dado ánimos.
Cori: eres una cuchi.
Terapia: amén.
Herminia: que placer conocer a la mamá de Corina. Coco (como yo la llamo) es estupenda, claro que no la conozco personalmente, y por tu comentario veo que ella salió a la madre. Gracias por tus palabras que me aguaron los ojos. Espero poder organizarme para seguir escribiendo.
Galán: bueno, te contesté el comentario en tu blog, pero basicamente no lo conté antes porque estaba nerviosa y asustada o por como dice Mariela en su comentario: "contamos lo que creemos que podemos encarar".
Con respecto a tu camino, a veces salirse del camino es parte del camino.
Victoria: la alegría no es ajena, me has seguido en todo este recorrido.
Anónimo: creo que en unos meses cuando esté haciendo el programa me quejaré porque perdí el rumbo de nuevo. A veces hay que perderse mucho para poder encontrarse. Paciencia.
Jefferson: yo también lo espero gracias.
Jardinero: ya se porque tu y galán son amigos, los dos sobre analizan las cosas, y sí me refiero a lo que tu dices. Gracias.
Bibi: que lindo eso que me dices.
Carla: gracias, espero que así sea.
Jorge: gracias. Si bueno todos contamos lo que queremos contar y hasta yo le he hecho en ocasiones, aunq es liberador eventualmente contarlo todo.
Mariela: maravilloso tu comentario me puso a pensar, sí definitivamente las cosas que no podemos encarar no las guardamos.
A todos: este logro también es de ustedes que me han dado ánimos desde que llegué aquí y que se han calado todos mis quejidos (que ya se son bastantes) y mis angustias, y que más importante que nada, han creido en mí de una manera que ni siquiera yo (me puse cursi).
Un abrazo gigantesco para cada uno.
Hey, qué bueno encontrar tu blog, ha sido bacán haberte leído. No digo nada de tu experiencia, no te conozco, pero me gustan tus letras. Estaré de vuelta por aquí.
—Gustavo Ochoa
Pero bueno te superas¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
que post más chulo
bikiños
Publicar un comentario