sábado, 15 de agosto de 2009

No quiero irme

Tengo mucho que contar pero hoy nada quiero decir. Esto es lo único que tengo en la cabeza luego de tres semanas de reuniones, comidas, fiestas y viajes a la playa con amigos y familia: no quiero irme. Ya sé que una vida me espera allá en Nueva York, pero hoy, desde la casa de mis padres en Los Palos Grandes, cuando falta una semana y un día para volver, confieso, malcriada, aniñada y negada a enfrentar la realidad, que no quiero irme. No quiero. No quiero. No quiero.