jueves, 11 de diciembre de 2008

Champaña a media mañana


Los placeres de la vida saben mejor, lucen mejor, suenan mejor, se viven mejor, cuando los hacemos no en el momento adecuado ni en el previsto, sino cuando nos da la gana. Fede, mi costilla, siempre me ha dicho esto. Vístete de lujo sólo para salir a pasear al parque. Desayuna con bombones. Píntate los labios de rojo para ir a la panadería. Los placeres imprevistos se gozan mejor.
Mi querida madre dice que la vida son momentos, y aunque la frase no me puede parecer más pavosa, comienzo a pensar que tiene razón. Y si la vida son momentos, entonces hay que llorarlos o reírlos tal cual vengan, y después, dejarlos ir hasta que vengan otros igual de buenos o igual de malos. Y así se pasa la vida. Una retajila de momentos en el tiempo.
No pensé en todo eso cuando Licantro abrió la botella de champaña a las 11:00 AM sino cuando ya tenía la copa por la mitad. El último clic en la computadora significó el fin de una idea que se gestó hace dos años, pero que todavía temo confesar pues no ha pasado de posibilidad a hecho.
Así que ambos nos paramos de la computadora -Licantro ha sido parte de todo esto así que el estuvo presente para el último clic- nos echamos en el sofá y escuchamos a Michael Buble cantar Me and Mrs Jones.
Y sí, no es un cliché, la champaña sabe mejor en la mañana, justo después del cereal y la omelette, todavía en pijamas. No me tome sólo una copa pues bien es sabida la regla de los espumantes, una vez que se abre la botella hay que tomársela toda porque si no se daña.
A partir de aquí no se que pasará. No sé si la posibilidad se convertirá en hecho, pero si sé que no habrá otro primer último clic, asi que celebré ese momento con champaña y sin culpas.
Salud!

6 comentarios:

Lorena J. Saavedra dijo...

Volviste!!! Bienvenida. Extranjera querida, comulgo totalmente. Qué placeres esos de improvisar, es fantástico, vivificador... se siente una poderosa de controlar la vida y dejar de lado las llamadas previas y los planes en agenda. Me alegro por vos, se te siente tranquila, relajada... claro, tanta champán!! Un gran abrazo. Lore

C@rol dijo...

Oye este post me deja pensando y mucho... yo suelo ser muy controladora, todo lo planifico. De hecho ya el lunes estoy planeando el viernes. Y bueno creo que hay que dejar que las cosas fluyan. El momento perfecto para hacer algo es YA-AHORA.

Saludos!.. *B-)

Vanesa dijo...

Bravo por ti!! Me encanta esa filosofía de no esperar "el momento perfecto", "la hora correcta”...No! Es disfrutar la vida a plenitud…Quien es uno para decirte cual es la hora y el día correcto? Adelante disfruta la vida, píntate de rojo y sal a la calle… Espero que tu próximo proyecto sea todo un hecho…Suerte! Y gracias por el comentario en mi blog.

Andrés Schmucke dijo...

¿Es un libro lo que terminaste? Lo pregunto porque con champaña se celebra el último clic que nos dice que el libro esta terminado, aunque yo celebre con una pizza grande pues no tomo licor, pero prometo que el proximo clic final lo celebraré con vino (algo es algo).

Prueba también con bailar una canción de navidad en un Walgreens con esa persona amada a la media noche, es algo increible.

Me encanta leerte, no te pierdas nuevamente.

Terapia de piso dijo...

Uno de mis más grandes placeres es tomar champaña en la mañana.

José Roberto Coppola

Pulgamamá dijo...

Lore: Siento que no he terminado de regresar. En eso ando. Hay algo que me jala hacia otras partes. No se.
La Policia: a veces hay que dejarse llevar. Por lo que sea!
Vanessa:es cierto, no hay momento perfecto, no hay hora perfecta solo hay horas, momentos, dias y tiempo. La vida.
Andres: No, no es un libro, pero me tomo mucho trabajo. Ya contare.
Terapia de piso: como no tomamos champagne en el 7d. Tienes que volver!