lunes, 5 de enero de 2009

La gente no cambia

Bien me dijo Griseldita, una vieja amiga del colegio de monjas, esa noche en el bar de rones del Centro San Ignacio, que la gente no cambia. Hablábamos de un reciente rompimiento entre otra de las niñas del colegio de monjas y su ex. Griseldita y las de esa noche, pertenecen a mi grupo de amigas de la infancia. Esas que quiero profundamente, pero a las que no veo con frecuencia y con las que tengo pocas cosas para compartir. Esa noche sin embargo, decidimos reunirnos más de quince a beber y contar chismes.
Una de las niñas había terminado con el fulano porque el tipo no la tomaba en serio. Griseldita, en tono de reflexión y en un momento de claridad absoluta, me dijo una de las verdades más grandes de esta vida (aunque todavía no quiera creerla): "La gente no cambia". Me dijo que estaba cansada de repetírselo como loro a todas las demás, pero que la verdad era que si el hombre no la tomó en serio durante los tres años de relación, no se iba a despertar un día mágicamente a tomarla en serio.
Yo, que siempre he sido una ilusa, me obligo a pensar que la gente sí cambia, pero luego, algo ocurre, cualquier cosa, no tiene que ser nada magnífico, más bien generalmente es insignificante, y boom me doy cuenta de que la gente no cambia.
Odio pensar que no somos capaces de cambiar porque eso significaría que los cinco años que pasé en terapia no sirvieron para nada, por decir lo menos. Eso significaría que todos mis esfuerzos por ser mejor, por actuar mejor, por verme mejor, por escribir mejor, no tendrían importancia, y no se si estoy lista para vivir con eso.
Durante los años de terapia llegué a una conclusión que modifica un poco la sentencia de Griseldita: la gente sí cambia pero sólo si quiere. Y cambiar claro está es difícil, bien difícil, y la mayoría de las veces doloroso, bien doloroso; así que hay quien prefiere no cambiar.
Quiero pensar que puedo cambiar. El problema está en que espero que todo el mundo también lo haga, y quizás el resto no estará tan interesado. Un acto de arrogancia ese mío, de andar por la vida esperando que la gente cambie sólo porque yo quiero, sólo porque me hace más feliz, pero es la verdad. Quiero que mi madre cambie, que mi padre cambie, que mi hermano cambie, que mis amigas cambien. Quiero que mi madre me vea distinta, quiero que mis amigas lean periódico para que se enteren de que escribo; por citar dos ejemplos. Licantro me lo repite, "No van a cambiar, tienes que aceptarlas como son", y aun así todos los días me levanto con la ilusión de que todos cambien y me acuesto con la certeza de que no lo harán. De que quizás, al final, yo tampoco pueda. Yo tampoco cambie.

10 comentarios:

Carito dijo...

Yo siempre he tenido ese dilema y en mi caso es sumamente grave o lo fue hace algunos años. Los psicólogos deberían creer que la gente cambia, porque sino no tendría sentido su trabajo. Sin embargo, después de muchos años de terapia y reflexión llegué a tres conclusiones:
-Hay una esencia en cada ser humano que no cambia jamás y eso es maravilloso porque así seguimos siendo nosotros mismos.
-Hay conductas que se pueden modificar, pero como tú bien dices sólo si se desea. Nadie cambia a voluntad de un tercero, ni porque sea terapeuta.
-A veces, cambiar es mirar las cosas desde otro punto de vista. A veces cambiar es aprender que hay cosas que no cambiarán y el simple hecho de aceptarlo nos hace haber cambiado de actitud.

Terapia de piso dijo...

El cambio está hecho para los valientes.

José Roberto Coppola

gasvegas dijo...

Uff, que difícil, pero, creo que si uno quiere puede cambiar, somos animales de costumbres, y es sorprendente la velocidad con la cual nos adaptamos a un nuevo entorno, sea el tipo que sea...
en fin, agradable lectura la que tuve aquí. Un saludo desde lejos, creo. :)


gasvegas.

alinitaxula dijo...

Hola guapaaaaaaaaaaaa feliz año, espero que hayas pasado bien las fiestas y respecto al post unas personas cambian y evolucionan, otras no cambian y tampoco evolucionan.....
y en relación a las amigas, también me pasa lo mismo, no cambian pero la amistad es eso querer a las personas con sus defectos, o no?
besin y feliz año
alinita

Jardinero del Kaos dijo...

Nosotros somos nuestros propios enemigos, los que no nos permitimos cambiar, no es imposible. Podemos ser mejor en muchos aspectos si nos lo proponemos, pero hay que luchar contra ese gusanito que llevamos dentro que nos dice:"No cambies porque dejaras de ser vos mismo"

Quiero cambiar, pero no puedo y la verdad que me duele mucho...

Extranjera...cuanto le debo por la sesion de terapia???

besos!!!

Anónimo dijo...

hay distintos tipos de cambios

creo que vos con cambiar te referís a "evolucionar", a "progresar", y ese tipo de cambio, que se da más que nada en lo profesional, sí se puede lograr, si uno ama lo que hace y se esfuerza por mejorar

pero hay otro tipo de cambio, que tienen más que ver con la forma de ser de cada uno, con la forma de relacionarse con los demás, con la manera de interpretar lo hechos de este mundo... ese cambio es más difícil

no creo que sea imposible, pero cuesta mucho más, sobre todo cuando uno es una persona de costumbres arraigadas, de hábitos que incluyenm no sólo la forma de actuar sino también (y sobre todo) la manera de pensar


hay cosas en las que yo debería haber cambiado hace rato
pero es verdad que ni siquiera lo intento

besos

Ana dijo...

The more you change, the less you feel... así lo decían los Smashing Pumpkins y así se los creí... la gente cambia, pero creo que no se da cuenta porque generalmente esos cambiecitos paulatinos y parciales no son producto de la voluntad sino de las circunstancias. Adaptación. Evolución. Darwin. Cambiar algo específico a pura fuerza de voluntad, a eso sí hay que verle la cara.

Llevaba tiempo desconectada... ya me empiezo a leer lo que tengo retrasado... ¡te quiero! ¡feliz año! ¡muchos besos y saludos para ti y Licantro! :)

Lorena J. Saavedra dijo...

Gota a gota se ablanda la roca dicen por ahí. Y sí, cambian los valientes, los que dudan, y la gente sí cambia. Solo que cuando no quieran, estemos seguros de nos estar en el camino de ellos para que no nos jodan. Un abrazo, divina!!!

Pulgamamá dijo...

Carito: me encantan tus conclusiones. Sobre la primera y la segunda ya había reflexionado, sobre la tercera en cambio nunca la había visto de esa manera.
Terapia: no se si soy tan valiente.
Gaz: si yo a veces creo que sí se puede cambiar pero otras veces me resulta tan difícil que lo dudo.
Alinita: es cierto, hay que aceptar a la gente como es, pero me cuesta mucho, cosa que es injusta pues yo soy aceptada como soy, y créeme cuando te digo que no soy un jardín de flores.
Jardinero: te entiendo, yo a veces quiero cambiar y otras pienso que no quiero, suele mucho y requiere mucho trabajo.
Galán: yo hablo del segundo tipo de cambio, ese es el más difícil, ese es el que no se si se pueda lograr.
Anah: sí, hay cosas que trato de cambiar a punta de fuerza de voluntad, pero justo cuando lo estoy logrando retrocedo y con una sóla acción arruino todo. Paciencia.
Lore: toda la razón mi querida.
Abrazos a todos!

dibu_art dijo...

Todo ente natural es mutable, de no ser asi, no subsistiría...menos el hombre claro está!...que ya perdió toda esencia natural