viernes, 26 de septiembre de 2008

Un pequeño lector en la ventana


A este niño bonito, flaquito y pequeño me lo topé a la salida de un colegio en la calle 83 entre Columbus y Amsterdam en el Upper West Side de Manhattan. A su alrededor había un barullo producto de la hora de salida de clases. Padres, madres y niños gritaban, hablaban, reían, disctutían, mientras este niño flaquito y pequeño, leía abstraído del mundo, de la calle, del ruido, de la realidad, las páginas de su libro.
Me pregunto cómo cabía en ese filo tan pequeño, pues días después pasé por el mismo lugar y me di cuenta de que no tendría más de 50 cm de ancho. Me pregunto cómo estaba tan cómodo en un lugar tan estrecho. Quizás no lo estaba, pero definitivamente no le importaba. Tal vez esperaba a que lo vinieran a recoger, pero era el único en esa maraña de voces infantiles chillonas que estaba en lo suyo, sin importarle más nadie. Ni yo, que me paré justo enfrente y le tomé una foto con mi Blackberry.
Me gustan los niños lectores, tal vez, porque yo intenté ser una pero me interesaban más las Barbies. Me gusta la gente que se aisla del mundo cuando lee, tal vez, porque yo desgraciadamente soy incapaz o estoy incapacitada, que se parecen pero no son lo mismo, para aislarme del mundo. Me gusta este niño lector bonito, flaquito y pequeño sentado en el filo de la ventana, al margen del mundo.

4 comentarios:

Martín Franco Vélez dijo...

Estimada extranjera: me gusta este blog, me agrada leerte. Te puse el enlace en el mío. Saludos.

Pulgamamá dijo...

Gracias Martín, lo aprecio mucho. Pondré tu enlace en el mío. Va bien, estás a punto de convertirte en un extranjero en España.
Saludos.

Carito dijo...

Qué linda imagen!

Pulgamamá dijo...

Verdad que sí? De un cuchi ese niño! Provocaba llevárselo!
Saludos Carito.